Soñar con aire, el mundo de las ideas

De los cuatro elementos soñar con aire representa el plano mental, la idea como semilla de creatividad y evolución. Es la causa de todo lo creado.

 

En la creación el aire/pensamiento es el aspecto masculino (padre) emanación del Espíritu, el agua/emoción el femenino (madre)  emanación del Alma, y la Tierra/materia es el resultado de la unión de ambos (el hijo). Resumiendo, si lo que piensas te emociona lo materializas. Lo que dota de ilimitación esta estructura en la creación es el elemento fuego del espíritu del que hablaremos en el siguiente artículo.

 

Si los pensamientos son ruines y negativos, las emociones que se generan son desequilibradas y negativas,  lo que se materializa es dolor.

 

Soñar con aireSi los pensamientos son positivos, las emociones y sentimientos puros generan experiencias materiales elevadas.

 

Cuando en un sueño el aire es protagonista tiene que ver con la calidad y potencia de nuestros pensamientos creativos.

 

Si el aire es suave y limpio también lo es nuestra mente así como la ideología positiva y clara por la que nos regimos en la vida, impulsándonos a los buenos sentimientos y acciones, al bien, a la creatividad y evolución ilimitadas.

 

Lo que enrarece el aire es la negatividad, la maldad, la falta de amor y equilibrio entre espíritu y materia, la falta de escrúpulos e ideales elevados, el egoísmo, la bajeza, el pensar que el dolor es el único medio para conseguir algún reto en la vida.

 

Cuando uno aprende, avanza, crea, evoluciona a través de la observación, el esfuerzo positivo, el ejemplo, el trabajo bien hecho, no necesita de lecciones duras y amargas; esas sólo son necesarias cuando “por la buenas” no aprendimos la lección.

 

La vida sólo se convierte en un valle de lágrimas cuando renunciamos a crear desde el pensamiento positivo y equilibrado. La expulsión del hombre del paraíso tiene que ver con la mala decisión de creer en el sistema creativo dual basado en la lucha entre el bien y el mal, al que la humanidad parece aún no haber renunciado.

 

El viento sin embargo, en una interpretación más materialista, simboliza nuevas ideas, a veces revolucionarias, que pueden cambiar la vida del soñante tanto para bien como para mal. Expresiones como “soplan aires de cambio” o “dar un nuevo aire” a algo, demuestra esta idea de renovación. Si las consecuencias de esa renovación son positivas o negativas, el mismo sueño y la descripción de ese viento nos darán la respuesta.

 

En una interpretación más espiritual el viento sugiere la intervención divina en nuestro sistema de ideas a través de la mente supraconsciente.  Muchos grandes creadores de la historia, músicos, científicos, artistas, desde Einstein hasta Mozart, han tenido la sensación de que sus creaciones no eran producto de sus mentes, sino que traducían o transmitían creaciones de una fuente superior a ellos.

 

El despertar de la mente supraconsciente tiene que ver con la apertura de la parte de nuestra mente que canaliza a la Mente Creadora del Universo, y eso puede vivirse como un gran vendaval en la vida de la persona que borra lo anterior creando un nuevo sistema de pensamiento por el que se regirá en adelante.  Tras la apertura de ese canal la vida nunca vuelve a ser la misma, pues adquiere una calidad y cualidad superior de experiencia. Al igual que en la vida física, el viento si es fuerte despierta, vigoriza, puede plantear alguna molestia pero no suele ser destructivo.

 

El huracán aparece como símbolo negativo y arrasador cuando hay un cambio de ideología abiertamente destructivo para el soñante y su mundo interior y exterior. Si es este tu caso párate y reflexiona, revisa muy bien las razones por las que tomaste tus últimas decisiones pues no son acertadas, y te arriesgas a una destrucción muy negativa de tu vida actual. Ser un huracán puede acarrearte serios conflictos tanto en tu vida como en la de los que te rodean a todos los niveles.

 

 

Soñar con volar

No quiero dejar pasar la oportunidad de comentar un sueño muy común que tiene que ver con el elemento aire: volar. ¿Quién no ha soñado con volar?  Cuando echas a volar tu imaginación y elevas el pensamiento estás buscando elevar también tu vida emocional y material, crear sin límites, elevarte para ver las cosas desde una perspectiva más amplia, obtener una visión de conjunto, tener mayor capacidad de decisión, superar obstáculos, o mejor dicho, estar por encima de ellos. El que vuela tiene mayores posibilidades de éxito, el universo le ayuda y le impulsa.

 

En una interpretación más espiritual volar significaría lo ilimitado, la necesidad de elevar tus ideales, superar tus límites, espiritualizar tu vida material, dicho de otra forma, considerar tus asuntos materiales como una misión espiritual.

 

Si crees que algo más grande que tú mismo (Dios o El universo creador) crea y causa tu vida y tu co-creas con él volarás, si crees que solo tú eres el que causas tu vida dejarás de volar, pues no creer en lo ilimitado lo elimina de tu vida. Haces realidad tus sueños cuando tu parte humana vuela para unirse a la divina creadora, ilimitada, y todopoderosa.

 

Pregúntate cómo son tus ideas ¿Son limpias?,¿te aportan claridad o te confunden y agobian?, ¿te impulsan al idealismo, al materialismo, o consigues equilibrar lo espiritual y lo material?, ¿te elevan e impulsan a ser mejor cada día o hacen que te estrelles una y otra vez.

 

Beatriz Fernández del Castillo