La ayuda bien entendida

Andaba yo este fin de semana comentando con una inestimable compañera de aventuras caninas (su perra y mi perro son del mismo círculo social) el significado de la AYUDA. Comentábamos el asunto del vampirismo energético, la persona que es ayudada, que pide, que se le da, que disfruta de que le den, pero que no sabe o no quiere corresponder, sigue pidiendo sin aportar nada a cambio, un pozo sin fondo.

Yo le decía la  importancia de saber dar a quien aprovecha la ayuda, que la pone en práctica, la trabaja, la agradece, en fin que la merece. Ella se preguntaba entonces ¿dónde queda el altruismo? Y esto me dio pié para escribir esta entrada para el blog, cada momento es una oportunidad para pensar mejor….

 

Altruismo bienentendido

 

Caso1:   – EL AYUDADOR ayuda al AYUDADO. Éste como bien nacido es agradecido, se llena de reconocimiento, aprende del ejemplo a autoayudarse,  y se convierte a su vez en ayudador del siguiente ayudado.

La ayuda del primero llega a miles, el reconocimiento al ayudador le refuerza el querer seguir ayudando, el ayudado el querer ayudar al siguiente, la energía fluye. En este caso el AYUDADOR es consciente que al primero que hay que dar es a uno mismo, mantenerse bien para poder servir a otros. Y el AYUDADO además aprende lo que es disfrutar de dar y corresponder.

 

Resultado= ABUNDANCIA, todos ganan

 

Altruismo malentendido

 

Caso 2:   – EL AYUDADOR ayuda al AYUDADO. Éste se aprovecha de la ayuda, pero no aprende cómo ayudar ni a como ayudarse, no pone en práctica, no se ayuda ni si mismo ni al siguiente que lo necesite, y sigue pidiendo al ayudador hasta vaciarlo y dejarlo “hecho unos zorros” (lo que le pasa a muchas bienintencionadas “almas de cántaro”) .

ayuda bien entendidaLa ayuda se malgasta en un alma que no sabe que aquí estamos para que la energía fluya y no para desperdiciarla. Este ayudado no suele reconocer al ayudador su labor, lo que no refuerza su deseo de seguir ayudando (algunos ayudadores gracias a Dios ya no necesitan ese reconocimiento, pero lo merecen). Éste “pozo sin fondo” bloquea a su fuente de ayuda porque la deja seca e inhabilitada para ayudar a otros, sumado a que él mismo no usa la que le dan adecuadamente, la energía se detiene y bloquea.

 

Resultado= ESCASEZ. Sólo algunos ganan, y como no saben mantener la ganancia, al final se pierde. ..y asi nos va en el mundo. El que recibe ha de dar en lo que puede, porque hasta el más necesitado tiene algo que ofrecer (trabajo, atención, compañía, reconocimiento), y el que más posee en algunas cosas puede carecer de otras. El que no da , es porque no quiere, salvo muy contadas excepciones. Saber equilibrar la balanza es altruismo bien entendido, lo otro es vampirismo, mal uso de la energía, la versión moderna del caradura castizo, o lo que decía mi madre, un chupóptero.

 

Los padres conscientes saben que, antes de la adolescencia, mucho antes diría yo, los chicos ya deben asumir que su deber es aportar a la sociedad parte de lo que han recibido. Los que no lo saben es porque sus padres no se lo han sabido transmitir. Igual que el ayudador agotado y vampirizado debe saber cuidar su energía, su propia fuente, y no dar lo que no tiene.

 

Y si me preguntáis ¿y lo mayores por ejemplo que no pueden dar ya? Incierto, dan agradecimiento, sabiduría, experiencia, se han pasado la vida ayudando a las generaciones que venían detrás, las mismas que han de saber agradecerles y devolvérselo con el mismo cuidado.

 

¿Y los negros de África? Todo el que ha ido por allí comenta, que se traen más de lo que llevan; nuevos dones espirituales a cambio de los  materiales…

 


La energía personal hay que cuidarla, equilibrarla constantemente.
La naturaleza nos proporciona el ejemplo del verdadero significado de dar y recibir. El amor incondicional existe en lo concerniente a la maternidad con respecto a edades muy tempranas, pero cuando se ha recibido y se adquiere la primera experiencia consciente,  automáticamente el receptor ha de convertirse en dador y equilibrar su “cuenta de energía”.

 

Cuando veo a Supernanny, la sabia arreglalotodo de la tele,  haciendo magia con la casi única receta de establecer reglas razonables, tareas y responsabilidades, me dan ganas de “ponerla un piso”. Eso es ejemplo, y lo demás paños calientes.

 

Salvo casos de fuerza mayor como minusvalía o enfermedad, el que no aporta a una comunidad sus dones, el que carga a otros con responsabilidades que no les corresponde, ¿se supone que merece que otros le aporten , le ayuden o le sostengan?. Todo el mundo tiene algo que aportar.

 

La BUENA AYUDA ES LA MUTUA, la otra, la no correspondida,  convierte las relaciones a la larga en un nido de desavenencias, frustraciones, reproches, y energía negativa. El reconocimiento a la fuente que ayudó, y el aporte de los dones que hemos recibido a los que lo necesiten, lo sepan valorar y  lo trabajen con responsabilidad,  nos transforma y mejora hasta convertirnos en cauce de un rio interminable de energía en acción. Eso es abundancia y altruismo bien entendido, lo otro no.


Beatriz Fernández del Castillo