Las pesadillas

Las pesadillas son representación de nuestra vulnerabilidad, de nuestros pensamientos y emociones negativas, y revelan un conflicto entre la personalidad y el alma.

 

Las pesadillas son representaciones de todo lo negativo, limitante y obsesivo que vive en nuestro inconsciente. Literalmente es

energía pesada, es decir, la correspondiente a emociones como el miedo, la tristeza, la angustia, la incertidumbre, el odio, la duda. Todas estas emociones sumergen a la persona en pesar, y su subconsciente en pesadillas que le hacen ver lo poco que controla su vida y lo mucho que ha de hacer para limpiar su mente de negatividad.

 

Al igual que la enfermedad, las pesadillas también pueden reflejar un conflicto entre el alma y la personalidad o ego, la personalidad toma decisiones y actúa en el mundo de una manera que el alma no aprueba. Si la persona se siente obligada por las circunstancias a hacer cosas que su Yo Superior no puede aceptar, y contraviene sus propios estándares morales, su Yo Superior puede mandarle una buena sesión de pesadillas para hacerle recapacitar, pues siempre hay opciones y formas de solucionar los asuntos mundanos de acuerdoa los propios ideales. Vender el alma al diablo sale caro en términos de paz espiritual.

 

Niños con pesadillas

 

Los que sufren pesadillas son también las personas que se sienten vulnerables, desarraigadas y desprotegidas en el mundo. Por estar razón son los niños precisamente los primeros en sufrirlas, se activan en cuanto se dan cuenta de que en el mundo hay negatividad y maldad y no tienen recursos para superarlas por si mismos. Su condición de seres dependientes de sus padres y su incapacidad para comprender  y dominar el mundo que les rodea, les lleva a sentirse en ocasiones muy desprotegidos.

 

 Clases de pesadillas

Si eres un adulto y tu pesadilla es que intentas correr para huir de algo pero no puedes porque todo tu cuerpo te pesa es señal de que te dejas abrumar por las preocupaciones, el pesar, la tristeza, el tedio, te sientes víctima, y eso te atraerá hacia situaciones que refrendarán esa condición.

Quizá tu pesadilla sea que te persiguen malas personas, animales salvajes, fantasmas, o cualquier ente oscuro y amenazante, que no son más que aspectos negativos de ti mismo a los que no les pones freno.   Te persigues a ti mismo, te amenazas, te metes miedo, te dejas invadir de oscuridad y el temor sin hacer nada por remediarlo.

Caer en un abismo es otra de las pesadillas frecuentes, mas relacionada con el conflicto entre la personalidad y el alma. Caerte en sueños es el aviso de un error, de “caer moralmente” ante el alma. Representa la inseguridad nacida de tomar una decisión sin preocuparte de si es buena o no, sin asegurarte de si te hace sentir bien, si se adecúa a tus estándares morales, sea por dejadez, por imprudencia, egoísmo, negligencia o ignorancia. Es una llamada a la reflexión, a la coherencia, y a adecuar tus actos a tus más elevados ideales.

 

Dos consejos prácticos para acabar con ellas

 

El primero sería volver a visualizar el mal sueño terminando bien la acción, saliendo del problema creativamente, escapando del peligro y encontrando la tranquilidad. Rememorar el sueño y terminarlo bien una y otra vez,  entrena a la mente a buscar la luz interior que supera cualquier adversidad en la vida. Este sistema funciona fenomenal en los niños que sufren pesadillas, pues su inconsciente recibe el mensaje de que el bien siempre superará al mal – al menos en su interior-  y que encontrará los recursos internos que necesite para superar cualquier adversidad en la vida.

 

El segundo sería ; ¡muévete!, haz todo lo posible por remediar tu situación adversa, aprende a ser optimista, busca soluciones positivas, aligera tu carga emocional, emprende proyectos nuevos,  ríete, haz deporte al aire libre, disfruta de la naturaleza, pon todo tu empeño en solucionar tus asuntos creativamente. Aprende a vivir en clave de emociones ligeras como la alegría, el optimismo, el amor y el entusiasmo, déjate guiar por lo que te emociona. Busca razones para vivir feliz, para llevar una vida llena de sentido, sintiéndote útil  a los demás, y encontrarás los recursos para amarte a ti mismo ilimitadamente. Partiendo de esa actitud, ninguna pesadilla podrá anidar nunca más en tu psique.

Beatriz Fernández del Castillo