El verdadero secreto de la “ley de atracción”

El verdadero secreto de la “ley de atracción” por Beatriz Fernández del Castillo

Desde que el libro de “El Secreto» salió a la luz, los que no consiguen resultados positivos se preguntan  ¿Por qué la ley de atracción  no me funciona a mí, qué es lo que hago mal?.

 

En Internet proliferan foros y páginas en los que muchos se preguntan por qué a otros les funciona y a ellos no. A lo largo de trece años impartiendo cursos he comprobado que posiblemente La Ley de Atracción no funciona sola, pues está íntimamente ligada a la Ley de Causa y Efecto, al Principio de Vibración, y sobre todo a los patrones inconscientes grabados en la mente de la persona que la trabaja.

 

La Ley de Atracción y Principio de Vibración

Según el libro “El Secreto”:  “La Ley de Atracción dice que lo semejante atrae lo semejante, cuando tienes un pensamiento, también atraes pensamientos semejantes. Los pensamientos son magnéticos y atraen otros con la misma frecuencia”.

verdadero secreto de la ley de atracción
Y  eso es justo, pensamientos atraen pensamientos semejantes, pero no materia, nuevas cualidades o experiencias, que es lo que la mayoría de la gente busca. Éstas se desarrollan en función del principio de vibración a través de las EMOCIONES que generan ACCIONES. Los PENSAMIENTOS por si solos no realizan ningún sueño, debemos SENTIR algo por ellos,  generar ACCIÓN, CREACIÓN Y CONSTRUCCIÓN de algo material a imagen y semejanza de lo que hemos pensado para conseguir RESULTADOS.

 Lo que se atrae son  las circunstancias, las oportunidades, pero LA MATERIA SE CREA, SE TRANSFORMA, SE CONSTRUYE no sólo por el pensamiento, sino por la emoción y la acción que desencadenamos. He visto a muchos creer que con sólo pensar en algo se iba a materializar delante de sus narices; simplemente es imposible, debe haber antes una acción en alguna dirección para que esa energía de emisión genere una de recepción, es decir, una causa que genere un efecto.

 

No es solo el pensamiento sino lo que hemos asociado a él emocionalmente lo que transmite esa vibración, que genera una acción, que atrae lo semejante. Todo lo material requiere de un trabajo sobre la materia. Como dijo alguien: “El único lugar en el que el ÉXITO viene antes que el TRABAJO es en el diccionario”.

 

Cuando alguien emite un pensamiento nuevo sobre algo que desea pero no ha tenido experiencia con ello, su tasa de vibración emocional es muy débil en comparación con la asociada a las creencias antiguas, pues no tiene aún vivencias ni recuerdos asociados a ello. Por eso cuesta cambiar un patrón, se hace necesario limpiar también las emociones negativas y su vibración, y crear otras nuevas sobre el nuevo pensamiento.

 

Los Patrones internos

Un patrón consta de pensamiento + emoción + acción y reacción. El trabajo necesario para atraer lo semejante requiere no sólo de cambiar de pensamiento, sino todo el patrón,  con su idea base y todas las que se han asociado a ella en forma de red a lo largo de los años. Nos pasamos la vida defendiendo nuestras ideas para justificar nuestra conducta, eso hace que se arraiguen con fuerza, y que el cuerpo las asuma como propias generando memoria conductual. Una vez que esa programación pasa al inconsciente y se convierte en patrón automático, la generación de emociones, que es lo que se emite al universo, también es automática, y con ellas las reacciones y conductas.

 

El trabajo de atraer lo que uno desea es algo más complicado de lo que se cuenta. La ley de atracción  funciona sin esfuerzo en personas que no tienen bloqueos, experiencias ni creencias negativas sobre lo que desean atraer. Las demás, que son la mayoría, deberán aprender a limpiar sus pensamientos, sus memorias emocionales y conductuales, y elevar la materia espiritualmente antes de conseguir resultados.

 

Pocos deseos podrán materializarse sin antes desbloquear cualquier creencia + emoción + actitud negativa anterior. Las emociones bloqueadas y las acciones aprendidas y automáticas han de eliminarse para que la nueva creencia y su energía puedan echar raíces. Se ha de vaciar la casa de muebles viejos antes de meter en ella los nuevos; limpiar la mente y el cuerpo de pensamientos,  emociones y la memoria de las acciones pasadas es un paso esencial para que lo nuevo pueda prosperar sin bloqueos. Saber dejar atrás lo que no se desea, liberarse y comenzar de nuevo es el reto.

 

Cuando se trabaja en una nueva creencia positiva, la  antigua negativa a la que sustituye tiene una inercia a veces descomunal, generada por años de aceptación y práctica, frente a la nueva que no tiene apenas recuerdo ni recorrido emocional en la persona. Se hace necesario construir de nuevo todo un entramado emocional y conductual sobre ella, eso requiere de tiempo y de un METODO DE TRABAJO interno y externo que permita transformar todos los aspectos involucrados en el acto creativo, y no sólo el mental.

 

Ley de Causa y Efecto

El tercer escollo a superar son los efectos negativos que  esta ley haya podido generar en la vida anterior al cambio. La persona que trabaja en nuevas creencias ha de tener en cuenta que está bajo la influencia de los EFECTOS de las CAUSAS que ha creado durante años. Esas creencias, emociones y actos han sido la causa de su actual situación, y los efectos son el estilo de vida, el círculo de familia, amistades y relaciones, las circunstancias  y forma de ganarse la vida que ha creado para sí misma.

 

Si los resultados no han sido los deseados y se modifica la forma de pensar, hay que construir de nuevo toda una nueva vida alrededor de las nuevas creencias. Lo que la Ley de Atracción asegura al que desea hacer realidad sus sueños es que conseguirá atraer y ser atraído por los que piensan como él, le ayudarán y deberá ayudar a los que buscan ser creadores de su propia realidad, escribir su historia, y ser coparticipes de seguir contribuyendo al progreso de la humanidad en positivo, UNIENDO ESPÍRITU Y MATERIA EN ARMONÍA.

Beatriz Fernández del Castillo

Autora de “La clave está en tus sueños”