La dieta de la autoestima

Aunque no lo parezca, ponerse a dieta es más una cuestión de volver a amarnos a nosotros mismos, a nuestro cuerpo, y de cambiar patrones mentales y emocionales, que de hacer grandes esfuerzos por privarnos de lo que más nos gusta.

 

Cuando una dieta se hace a base de esfuerzo negativo sin tratar los verdaderos motivos de nuestras compulsiones no es duradera y genera efecto rebote, pero cuando se hace desde el disfrute y con la intención de volver a amar y disfrutar de nuestro cuerpo se convierte en una experiencia de cambio y renovación que perdura en el tiempo.

La dificultad de cuando uno está a dieta radica en que una parte nuestra quiere seguir comiendo como hasta ahora porque le reporta satisfacción, consuelo o compensación a corto plazo, aunque se cosechen resultados negativos a largo plazo.

Creemos que la solución es adoptar el patrón inverso, privarnos a corto plazo de lo que nos gusta para conseguir resultados a largo plazo, pero no siempre la ecuación sale como debiera porque la mente necesita reprogramarse, entender y amar un esfuerzo para no convertirse en una saboteadora. Hemos de hacer una labor de reeducación para volver a amar lo que nos conviene, lo sano, lo que nos hace sentir bien y convertirlo en hábito.

Cambiar la satisfacción a corto plazo por la del largo plazo.

arquetipos familiaresPara que la mente acepte un cambio en un patrón de conducta arraigado debe sentir una retribución positiva aún mayor que la que abandona, y disfrutar del proceso de adelgazar es la mejor manera de mantenernos en el empeño y conseguir resultados. Hemos de disfrutar de adelgazar, de descubrir nuevas formas de alimentarnos, de movernos más, de aligerarnos, de aprender a valorar lo que es beneficioso para la salud a largo plazo.

 Aprender a disfrutar es la clave de todo cambio duradero. Si la dieta nos hace sufrir no solo nos costará más, sino que habrá peligro de volver a  las viejas costumbres porque las tenemos asociadas a satisfacción y retribución emocional, aunque sea a corto plazo.

Al servicio del cuerpo para que nos pueda servir.

Es necesario mentalizarnos de que el cuerpo no está a nuestro servicio, sino más bien al contrario, nosotros estamos al suyo. Para que nos pueda ser útil y efectivo hemos de invertir en su cuidado y mantenimiento. El cambio de mentalidad hará que el cuerpo por sí mismo se encamine hacia nuevos hábitos e incluso nos guíe hacia lo que es mejor para él.

Hemos de desarrollar sensibilidad e intuición para conocer nuestro cuerpo, entender lo que necesita, y adaptar nuestras soluciones y cambios de hábitos a sus necesidades, y no a la inversa. Desarrolla tu intuición, observa tu cuerpo, él te enviará señales de lo que a él le va bien, que algo le haya funcionado a otros no significa que funcione contigo. Prueba, experimenta, investiga, estudia lo que te funciona a ti.

Cuando confundimos “calorías” con el “calor” del amor.

Cuando la comida cumple la función de llenar un vacío existencial, cuando tratamos de compensar la falta de amor (calor) propio o ajeno con calorías,  es cuando hay peligro de que se convierta en un patrón negativo o adictivo. Hemos de trabajar la alimentación asociándola adecuadamente, disociándola de lo superfluo, y trabajar la idea de que cumple una función básica de salud y vida, y no de compensación de tensiones emocionales no resueltas.

Gracias a mi propia experiencia personal y la de algunos alumnos con los que he trabajado y experimentado el proceso de ponerse a dieta, he recopilado algunas ideas erróneas en personas con sobrepeso, y sugerido algunos ejemplos de ideas más positivas con las que mentalizarse a la hora de trabajar el cuerpo y la mente al mismo tiempo. Se han de limpiar estas ideas tóxicas de la misma forma que limpiamos las toxinas del cuerpo, eso nos ayudará a vivir la dieta más suavemente, disfrutando del proceso y del aprendizaje que nos brinda.

Ejercicio:

Pondremos algunas ideas limitadas reales de personas con sobrepeso y debajo las positivaremos en negrita. El trabajo consiste en identificar esos mensajes negativos y pasarlos a positivo. Una vez cada uno estudie su programación particular y confecciones nuevas ideas positivas, sería bueno hacerse una lista y repetirlas varias veces al dia, visualizándose en las nuevas actitudes, y mentalizándose hasta generar nuevos impulsos positivos con respecto a la alimentación.

 

Hemos de ser especialmente cuidadosos con las contradicciones e ir limpiándolas una por una de nuestra mente, porque si por un lado deseamos ser ágiles y ligeros y por otro detestamos hacer cualquier tipo de actividad física, simplemente el patrón no podrá construirse. COHERENCIA es la palabra perfecta que integra todo el proceso de forma armónica.

 

 Ideas:

Las personas con sobrepeso suelen satisfacerse inmediatamente y comen en exceso, pero después se sienten pesadas, torpes, embotadas y limitadas en movilidad y energía.

Me gusta comer lo justo para sentirme bien, moverme con ligereza, trabajar a gusto, y hacer muchas otras actividades físicas que me aportan mucha satisfacción.

Algunas consideran la comida como un medio de “llenar un vacío” emocional, un consuelo, un premio para compensar las penalidades de su vida.

Como lo justo para poder sentirme sana, ligera, libre, activa, llena de energía, y eso me ayuda a resolver diligentemente las penalidades de mi vida.

Con la comida buscan la satisfacción a corto plazo pero luego se sienten limitados y culpables.

Con la comida busco alimentar mi cuerpo, cuidarlo y mantenerlo sano. Eso me llena de satisfacción y energía positiva.

Se sienten pesados y torpes, no se gustan, temen al juicio ajeno y a relacionarse con los demás.

Me siento ligera y ágil, me gusto, y ofrezco lo mejor de mí a los demás.

Lo amargo de  vida lo compensan comiendo dulces.

Si me siento mal por algo trato de solucionarlo, aliviarlo con actividad física al aire libre y compensarlo con palabras dulces, cuidados y mimos..

 

Algunas personas con sobrepeso consideran a los delgados y a los que cultivan su cuerpo personas superficiales, que no cultivan otras cualidades importantes, centrados en las apariencias, egoístas o poco inteligentes. Su cuerpo les mantiene alejados de estos peligros manteniéndoles poco atractivos.

Igual que profundizo en el conocimiento y cultivo de mi mente, mi carácter, mis valores, mis relaciones, mi trabajo, y mi creatividad, cultivo mi cuerpo que es el instrumento para poder realizar todo ello con maestría.

Algunos gordos se sienten más cómodos siéndolo, no desean ser atractivos físicamente por miedos o posibles agresiones sexuales, emocionales o morales, que les hace sentirse vulnerables o culpables.

Me siento segura siendo atractiva, sé defenderme, mantenerme a salvo, mantener a raya cualquier agresión, disfrutar de mi cuerpo fuerte y bien cuidado. Si emito en positivo sólo cosecharé resultados positivos.

Otros no confían en que su cuerpo les responda adecuadamente, no invierten en su salud, por lo que se ven obligados a hacerlo en la enfermedad.

Confío en mi cuerpo, me responde siempre adecuadamente ante cualquier situación porque invierto en mi salud, prevengo y me cuido.

Su cuerpo les limita, enferma, es un lastre.

Mi cuerpo me ilimita, me protege, está sano y me ayuda a conseguir lo que deseo en la vida.

Tienden a pensar que el cuerpo está a su servicio y no suelen hacer mucho por mantenerlo en buenas condiciones.

Yo cuido de mi cuerpo para que mi cuerpo pueda cuidarme a mí, es un amor mutuo responsable y correspondido.

 

Un aprendizaje que mejorará tu autoestima.


Tu mente y tu cuerpo son tus fieles servidores y materializarán todo lo que pienses
, lo ratificarán porque esa es su función. Por eso has de tener cuidado lo que piensas sobre ti y tus capacidades, sobre las cosas, sobre tu vida, sobre los demás, y, en el caso que nos ocupa, sobre tu cuerpo.

 
Si haces dieta de cualquier tipo asegúrate de hacerlo para mejorarte no sólo físicamente, sino mentalmente, emocionalmente y espiritualmente
, hazlo por las razones correctas, para saber de lo que eres capaz, para poner a prueba tu capacidad creativa, tu fuerza de voluntad y disciplina, tu trabajo, y tu amor e  inteligencia para conseguirlo disfrutando del proceso. Este puede ser el reto que necesitabas para aprender aún más sobre ti misma, ¡aprovéchalo!


Beatriz Fernández del Castillo

¡GRACIAS!